Electrocutados, gaseados o despellejados vivos

Un infierno en la tierra

Millones de zorros, visones, mapaches, chinchillas y otros animales sufren y mueren cada año a manos de la cruel industria peletera

Una vida llena de tortura, una muerte llena de dolor

Los animales de las granjas peleteras pasan su vida entera enjaulados, sin ver la luz del sol y casi sin poder moverse. Se vuelven locos, se auto-mutilan y canibalizan a sus compañeros de celda.

Cuando llega la hora de matarlos, el método más común en las granjas de zorros es la electrocución por vía anal. Otros métodos de electrocución son la vía oral y vaginal.

El considerado como método más “humano” es la intoxicación por monóxido de carbono, es decir, el gaseado en cámaras de gas. Los visones, que tienen unos pulmones especialmente adaptados para aguantar largos ratos sin respirar, gritan de dolor y acaban colapsando por sangrado cerebral. Muchos salen de las cámaras de gas sin haber muerto, por lo que son despellejados vivos.

En China, el mayor productor de pelo del mundo, es común ver a mapaches siendo golpeados hasta morir.

El futuro de la industria peletera

Hoy en día, más de 1.500 marcas se han comprometido a no trabajar jamás con pelo. Esto, unido con la creciente concienciación pública y la constante aparición de nuevas leyes, políticas y normativas en todo el mundo que limitan o prohíben el comercio de pelo, está haciendo que los números de la industria peletera caigan en picado desde hace años. Cierres de granjas, semanas de la moda prohibiendo el pelo y números rojos son el día a día de esta industria.